El otoño es la estación ventosa por excelencia. Y es interesante ver cómo las implicaciones de estos cambios de tiempo nos acercan a la vida cotidiana de nuestros antepasados, con la particularidad añadida de que sus ropas eran más pesadas y, quizás, más incómodas en los días con mucho viento. Este hecho se evidencia en la joya audiovisual que os traemos hoy: una restauración de una grabación fechada en octubre de 1903, en las calles de Nueva York.

 Se trata de una pequeña pieza conservada en la Biblioteca del Congreso, verdadero guardián de tesoros que hacen cobrar vida a la historia y cotidianeidad de los Estados Unidos. En este cortometraje podemos ver a los viandantes que pasan por el edificio Flatiron, en Broadway. Ha sido restaurado, coloreado y modificado la velocidad para que podamos observar un día de otoño de hace casi 120 años.

Es especialmente interesante en relación a la indumentaria, en la que podemos ver a hombres trajeados, señoras con corsé y largos vestidos -la conocida silueta de la chica Gibson-, policías e incluso niños, todos ellos luchando para mantener sus sombreros en su lugar. Y sin perder la sonrisa.

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