La documentación audiovisual ha sido clave para que llegue a nuestros días el conocimiento, la cultura y la tradición de pueblos injustamente marginados. La cultura occidental a menudo ha pecado de etnocentrismo, y hasta que se han comenzado a valorar las diferencias culturales, se han perdido valiosísimos testimonios que enriquecen el acervo cultural humano.

A pesar de los prejuicios, también ha habido personas que han sabido valorar la cultura de otros pueblos y han puesto su empeño en preservarlo. Este es el caso de Frances Densmore (1867-1957), una profesora de música que decidió preservar las voces y la música de los nativos americanos. A principios del siglo XX, el gobierno estadounidense estaba inmerso en un proceso de aculturización de los pueblos originarios: eran presionados para dejar de lado sus idiomas y sus costumbres. Los niños aprendían inglés en el colegio y se consideraba que el conocimiento de estos pueblos no tenía cabida en tiempos modernos. Los prejuicios racistas impulsaban el olvido de culturas ricas y complejas.

Frances Densmore, por su formación musical (había asistido a la Oberlin College, la primera universidad que admitió a mujeres y a miembros de etnias minoritarias) conocía la pérdida que suponía que la música de los pueblos originarios desapareciese. Su trabajo académico fue llevado a cabo al margen de los cauces tradicionales, y equipada con su fonógrafo, trabajó con diferentes pueblos nativos de todo Estados Unidos con el deseo de preservar su música. Su labor fue tan apreciada por ellos, que el jefe Zorro Rojo, de los Sioux, la adoptó como hija.

Su pionera obra como etnomusicóloga fue publicada en 1926. Hoy en día, su colección de cilindros de cera se encuentra ubicada en la Biblioteca del Congreso, y gracias a la digitalización, podemos conocer la voz y la música de los pueblos originarios de Estados Unidos.

Zuriñe Piña Landaburu

Zuriñe Piña Landaburu

Editora de contenidos, Archivoz Magazine

Doctora en Ciencias de la Documentación, document controller e investigadora.

Doctora en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid, donde también obtuvo el Grado en Información y Documentación y el Máster en Gestión de la Documentación, Bibliotecas y Archivos. El título de su tesis doctoral es “Ontología de la Guerra civil española”, dirigida por el Dr. Juan Antonio Martínez Comeche, que obtuvo la nota de Sobresaliente Cum Laude.  Actualmente trabaja como Document controller en la consultoría Advisian de la ingeniería australiana Worley Parsons, aunque tiene tres años de experiencia en este sector en diversos proyectos de ingeniería y dos más en el ámbito de documentación y bibliotecas.

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