El 11 de mayo del año 330 la ciudad de Bizancio fue consagrada como la nueva capital del Imperio Romano, de mano del emperador Constantino. Bizancio, que llegaría a ser conocida como Constantinopla, fue el símbolo de la grandeza de Roma y del mantenimiento de la cultura clásica, ahora cristianizada y con una gran influencia oriental.

Tras su toma en el año en el año 1453 pasó a llamarse Estambul, nombre que ha seguido manteniendo hasta hoy, aunque sin perder su belleza y su gran legado histórico. En este vídeo podemos ver una antigua grabación de la ciudad de Estambul del año 1917, con motivo de la visita a la ciudad del Káiser Guillermo II.

 

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