Ejemplos populares del uso de materiales de archivos audiovisuales en documentales, como la reciente docu-serie ‘Rompan Todo’ transmitida por Netflix, demuestran una rica cantidad de acervos recién digitalizados que documentan la historia no-oficial del rock latinoamericano y subgéneros como el punk. La mayoría de estos archivos y registros se encuentran bajo el resguardo de las comunidades que forman parte de estos movimientos. La autenticidad de los contenidos audiovisuales y la participación comunitaria en su preservación enriquecen el contenido de estos archivos, pero por ser autogestionados, no cuentan con las mismas redes de apoyo de algunos archivos estatales o nacionales. El rol de un archivista aliado a los movimientos de una comunidad autogestionada consiste en proveer apoyo y recursos para que las imágenes y sus historias no desvanezcan completamente al pasar del tiempo.

La archivera audiovisual, Allie Whalen, ha dedicado su carrera a documentar e hilvanar la historia de subculturas musicales en Europa del Este, Los Ángeles y más recientemente en Latinoamérica. El enfoque de su práctica consiste en archivar materiales provenientes de gobiernos autocráticos y sus subculturas musicales enfocándose en los movimientos radicales que se desarrollan en entornos de represión estatal.

Gracias a una beca Fulbright, podrá continuar su investigación y trabajo de campo en Uruguay a través de un proyecto de capacitación ‘en ruedas’ que culminará en un simposio de archivos underground en Latinoamérica. A finales del año 2020, Archivistas en Espanglish tuvo la dicha de ponerse al día y platicar con Allie durante su estadía en la Habana, donde se encontraba realizando un proyecto de documentación acerca de la industria discográfica Cubana. Lo que sigue a continuación es un registro de nuestra conversación.

(Archivistas en Espanglish) Háblanos un poco sobre tu beca Fulbright y tus planes para el próximo año.

Mamá era Punk (1988) Uruguay, dirección: Guillermo Casanova

(Allie Whalen) A principios de 2021 recibí una beca de Fulbright para vivir en Uruguay por nueve meses e investigar la historia del punk y rock underground durante y circundante a los años de la dictadura, de los 70 a los 90. Mi proyecto consiste en investigar cómo la memoria colectiva de estos movimientos ha estado representada, o poco representada, dentro de los archivos. La idea para el proyecto se desarrolló a partir de conversaciones con amigos y colegas en Uruguay acerca de la historia de la escena punk y mi interés en qué tipos de materiales de archivo han sobrevivido. Entonces aprendí que hasta ahora nunca se había hecho una investigación enfocada en las colecciones de rock underground uruguayo. Fue durante ese tiempo que supe sobre la reciente restauración de Mamá era punk (1988), un film del movimiento de resistencia punk. Además empecé a leer artículos de Beatriz Tadeo Fuica sobre la experimentación de los jóvenes punk en los años 80 y la memoria plasmada en documentales durante la transición democrática en Uruguay. Estoy entusiasmada por comenzar esta investigación y creo que tomará forma explorando y entendiendo colecciones a través de un diálogo con la comunidad de músicos, zinesters, escritores, artistas, archivistas e historiadores. Construir estas relaciones en particular tiene una importancia personal para mi ya que nací en Uruguay pero he vivido la mayor parte de mi vida en los Estados Unidos. Así que será una oportunidad de regresar a Montevideo por un periodo extendido.

Mamá era Punk (1988) Uruguay, dirección: Guillermo Casanova

(AE) ¿Cómo se desarrolló tu interés en esta temática?

(AW) Cuando era una estudiante de postgrado en el programa de Moving Image Archiving and Preservation (MIAP) de la Universidad de Nueva York, participé en varias ocasiones en el Proyecto del Intercambio de Preservación Audiovisual (APEX). Tuve la oportunidad viajar y colaborar con personas maravillosas trabajando en proyectos de memoria audiovisual, como Señal 3 La Victoria, un grupo de resistencia comunitaria con un canal televisión en Chile, y el Laboratorio de Cine FAC, un colectivo de film y arte experimental en Uruguay. Gran parte del apoyo que tuve para generar mis proyectos se debe a la red de archivistas, artistas, y compañeros de APEX.

[bctt tweet="Los archivos punk y las escenas de resistencia underground: Entrevista a Allie Whalen"]

La idea del proyecto también evolucionó a partir mi investigación de tesis de postgrado sobre la preservación de audio de samizdat (auto-publicado), el exilio y el underground en el Bloque Este. En el 2016 durante la conferencia del Association of Moving Image Archivists hubo una sección de Do-It-Yourself y archivos comunitarios, donde presenté una versión expandida de mi tesis en archivos internacionales underground. Alrededor de ese tiempo, mi enfoque empezaba a cambiar hacia archivos de resistencia y punk en América Latina y el Caribe y comencé hablar con amigos y colegas archivistas en la región sobre posibles proyectos. Otro factor en el desarrollo de de la investigación se ha debido a un proyecto continuo entre la Biblioteca de la Universidad de California Los Ángeles, donde actualmente trabajo como especialista en preservación audiovisual, y varias instituciones cubanas del patrimonio cultural en La Habana con quien colaboramos en la digitalización de colecciones audiovisuales. A raíz de estas experiencias, he dedicado más tiempo a estudiar varios aspectos de las escenas musicales y los archivos en América Latina. He observado el trabajo increíble que se está haciendo para preservar colecciones punk, queer, y del underground consistiendo de filmes y videos, música, fanzines, y fotos, en lugares como Bolivia, Brasil, Colombia, Argentina, México, Uruguay, Chile y Cuba. Todo era tan interesante que comencé a conectar con las personas que conozco para organizar y encontrar financiamiento con el objetivo de hacer un estudio de campo que estuviera acompañado por talleres y otras colaboraciones. Crear este proyecto no habría sido posible sin el apoyo de mis colegas Julieta Keldjian Etchessarry, Julio Cabrio, Ángela López Ruiz y Guillermo Zabaleta del Laboratorio de Cine FAC, la Universidad Católica del Uruguay, y la Universidad de la República de Uruguay. También Juana Suárez y Dan Streible de la Universidad de Nueva York, Yasmin Dessem y mi departamento de Preservación y Conservación de la Universidad de California en Los Ángeles.

(AE)¿Cómo has tenido que adaptar tu plan de trabajo debido a las circunstancias de la pandemia?

(AW) Ahora estoy en La Habana trabajando en otro proyecto que continuará durante el 2021. Es una investigación sobre la historia de la industria independiente de producción musical en Cuba desde 1960 al presente y los estudios, espacios, técnicas, y equipos que se utilizan para grabar música. Para este proyecto tuve la fortuna de recibir una beca de la Asociación de las Colecciones del Sonido Grabado (ARSC) para viajar y hacer trabajo de campo allí. La idea del proyecto surgió de colaboraciones previas de digitalización con institutos oficiales y mi experiencia con el complejo proceso de viajar a Cuba con equipos analógicos de digitalización, los cuales son grandes y pesados. Conocía pocas personas cuando llegué a Cuba y a través de elles logré conectar con sus amigos, colaboradores y la comunidad extendida para realizar entrevistas. La posibilidad de conectar con la red de artistas ha sido posible gracias a la confianza, honestidad y generosidad de mis colaboradores. He hablado con productores, ingenieros de sonido, músicos, DJs, historiadores y archivistas sobre la historia musical y prácticas de grabación analógicas y digitales Do-It-Yourself con el motivo de aprender sobre aspectos interconectados de la escena underground en Cuba.

Darkening, La Habana, Cuba (Foto cortesía de Ray Mora)

Después de cinco meses en Cuba, estoy completando la semana final de mis investigaciones de campo y preparándome para regresar a mi trabajo en UCLA. El tiempo aquí ha sido muy significativo y he tenido la oportunidad de conocer a muchos creadores que me compartieron sus historias, espacios y colecciones de archivos personales y estudios caseros. En el futuro espero poder visitar los estudios fuera de la capital en provincias como Holguín, Camagüey, Sancti Spíritus y Villa Clara. Tanto mi método y mi enfoque han cambiado como resultado de hacer esta investigación durante la pandemia. En el principio, mi objetivo fue aprender sobre la historia, diversidad, y procesos de la producción de música underground pero las dificultades creadas por la pandemia han provocado una investigación más profunda, enfocada en los retos para operar y mantener un estudio independiente durante estos tiempos. En los próximos meses comenzaré a escribir artículos sobre el proyecto y uno de estos se publicará en la revista de ARSC. Invito a todos los interesados a visitar mi página de Linktree donde publicaré revisiones del proyecto en Cuba y actualizaciones durante mi proyecto de Fulbright en Uruguay.

Además, la pandemia ha impactado cómo y cuándo puedo realizar estos proyectos debido al cierre de las fronteras e instituciones. El proyecto en Cuba ha sido posible por métodos adaptados. Pienso que las investigaciones de campo durante la pandemia requieren una mayor flexibilidad y me siento afortunada y agradecida de haber podido estar en Cuba estos meses. Debido a la pandemia muchos estudios están cerrados temporalmente, algunos tienen que operar con capacidad limitada y otros están cerrados permanentemente y han tenido que vender sus equipos. Hay muchas medidas en Cuba para frenar la propagación del virus como centros de aislamiento y el cierre de áreas con multitud de casos confirmados. A causa de estas medidas, algunas entrevistas fueron reprogramadas, retrasadas, o canceladas. Es difícil realizar entrevistas virtuales porque el internet en Cuba es lento y caro. La mejor opción ha sido enviar y recibir mensajes de voz. No es lo mismo que una visita directa al estudio pero es una buena alternativa en estos tiempos.

(AE) ¿De qué manera estás conectando o visualizas conectar escenas underground a través de diferentes países?

(AW) Pienso que la música, la resistencia y los archivos de América Latina y el Caribe tienen un hilo común históricamente. También pienso que un acercamiento investigativo basado en la participación intergeneracional es sumamente importante para la preservación de la memoria de las subculturas. Este acercamiento se puede dar a través de un proceso que abrace y continúe trabajos independientes con programas comunitarios como talleres de zines, publicaciones de pequeños editores, y compilaciones de música vieja. Dentro de mis indagaciones, estoy interesada en las conexiones entre subculturas actuales y las comunidades underground creadas bajo gobiernos autocráticos del siglo XX. En resumen, las investigaciones utilizan colecciones encontradas en bibliotecas, archivos y otras organizaciones de patrimonio cultural como una base histórica para poder dibujar conexiones entre las escenas, estilos, sonidos y prácticas creativas entre diferentes países del continente, y los esfuerzos para preservarlos.

 (AE) En el contexto Latinoaméricano y Caribeño, tu trabajo incorpora una variedad de culturas. ¿Cómo cultivas colaboraciones con archiveros y gestores culturales a través de estos ámbitos diversos?

(AW) Mi esperanza es que con estos proyectos se unifiquen a archivistas, artistas, historiadores y demás individuos de culturas diferentes que tengan un interés común en los archivos underground y la preservación cultural. El proyecto de Fulbright fue diseñado para culminar con un simposio sobre archivos underground de América Latina y el Caribe, pero la implementación de este tipo de evento puede cambiar con los impactos de la pandemia. El simposio incluirá presentaciones, exposiciones y talleres para la comunidad activa en la creación, organización y preservación del legado audiovisual del underground. Mi meta es publicar una antología colaborativa de escritos sobre la historia y la preservación de archivos underground en la región, y espero que el simposio pueda facilitar el comienzo de esta publicación.

A través de los años, he hablado con mis amigos creadores sobre cómo gestionan y preservan sus propios archivos, y reconocí que las vías de acceso y poca asequibilidad son aspectos abrumadores dentro la práctica archivística. Pienso que mis investigaciones de archivos underground tiene raíz en mi interés en cómo las subculturas se han documentado así mismas históricamente, a pesar de periodos en los cuales han sido estigmatizadas, oprimidas, perseguidas o no han contado con fondos para gestionarse. Creo que las iniciativas de investigaciones colaborativas pueden generar apoyo y representación directa a las personas que han vivido, creado, y guardado estas colecciones y que continúan preservándolas hoy día.

Recientemente tuve la oportunidad de hacer una Residencia Virtual con el Laboratorio de Cine FAC en Uruguay. La residencia fue enfocada en archivos internacionales underground con reportajes especiales de Europa del Este, América Latina y el Caribe, y los Estados Unidos. Fue genial unir todas las experiencias de trabajo de los últimos años y me alegró ver las respuestas e interacciones de la comunidad internacional online. Pienso que la residencia fue una gran oportunidad para conectar culturas y disciplinas diferentes, y promover y generar más apoyo para artistas underground y archivos comunitarios.

(AE) ¿Por qué consideras que este es el momento para subrayar memorias de resistencia como representan los archivos punk?

(AW) Pienso que es importante priorizar la preservación de los archivos de resistencia y escenas underground porque el acto de preservación trae consigo el reconocimiento, la protección y conservación de la existencia de una colectividad. Los archivos punk representan la mezcla de identidades y culturas que forman la escena. Los archivos pueden expandir la narrativa histórica de los movimientos underground a través de la inclusión de las personas menos escuchadas, silenciadas o descuidadas. También el trabajo investigativo genera una oportunidad de conectar los archivos punk y de resistencia con otras manifestaciones culturales. En cuanto a las colaboraciones entre archivistas y creadores, podemos no sólo enfocarnos en la preservación de las historias sino también en apoyar a los creadores para que continúen el legado.

Imagen de cabecera: Estudio casero de MC/DJ Sincero, La Habana, Cuba. Foto cortesía de Allie Whalen.


Entrevista realizada por Caroline Gil (Archivistas en Espanglish) con edición de Cristina Fontánez Rodríguez.

Banner Archivoz en español

Share This