Es posible que muchos de los que lean este texto hayan consultado alguna vez la famosa Enciclopedia Espasa o utilizado el dicho “¡Sabes más que la Espasa!” Otros recordarán la reputación que hace un siglo alcanzaron periódicos como El Sol o La Voz. Y algunos, incluso, hayan oído hablar de las vacunas que fabricó y comercializó el laboratorio farmacéutico IBYS. Lo que quizá no sea tan conocido es la persona que estuvo detrás de esos y otros muchos proyectos, quien, con su tenacidad, trabajo y dotes empresariales, hizo posible que todos ellos, apenas una visión en sus inicios, se hicieran realidad: Nicolás Mª de Urgoiti Achúcarro.

El Archivo Regional de la Comunidad de Madrid conserva el fondo personal de quien, usando la terminología de este siglo XXI, puede definirse como un auténtico emprendedor. Un fondo que ingresa en este centro en el año 2011 como dación en pago de impuestos por parte de los herederos de este polifacético personaje, modalidad de ingreso que, a pesar de ser poco frecuente, no es totalmente ajena a los archivos y gracias a la cual, en este caso, ha sido posible conservar un fondo de extraordinario contenido.

Formado por algo más de 14 metros lineales de documentos textuales y más de 4.200 imágenes fotográficas en distintos soportes, este fondo, fechado entre 1860-2005, ofrece no sólo información de singular relevancia sobre la trayectoria personal, familiar, empresarial e intelectual de Urgoiti desde finales del siglo XIX hasta su fallecimiento a mediados del siglo XX, sino que contiene también otros documentos y fotografías aportadas por miembros de su familia y estudiosos de su persona y obra, todo lo cual le convierte en un conjunto documental de imprescindible consulta por aquellos que deseen conocer la evolución empresarial e intelectual de este país en los dos primeros tercios del siglo XX y, tan importante como eso, las personas que la hicieron posible.

La Papelera Española es, sin duda alguna, la gran obra empresarial de Urgoiti. Creada en 1901 tras los conocimientos adquiridos sobre la industria papelera durante sus primeros años de trabajo en la Papelera del Cadagua, la trascendencia de este proyecto tanto en su vida profesional como personal es de tal calibre que bien podría decirse que muchas de sus restantes iniciativas surgen como ramificaciones de ella o se potencian por la necesidad de sustentar este buque insignia.

Desde el primer momento de la andadura de este proyecto, Urgoiti entiende que la innovación es el elemento que debe marcar la diferencia respecto al resto de empresas del sector. Por ello, además de agrupar pequeñas fábricas para reducir los costos de fabricación, aplicar un modelo basado en la división del trabajo o extender la producción papelera hacia áreas que no se incluían en ese momento en el objeto de fabricación (papeles finos, sobres, cuadernos, etc.), el empresario incorpora mejoras para sus trabajadores hasta entonces casi desconocidas.

Reglamentos de las escuelas preparatorias y estatutos de personal. 1915. ARCM, signatura 462078/2

Los Reglamentos de las escuelas preparatorias que crea en Tolosa y Zalla sobre industria y comercio del papel y sobre artes y oficios son un fiel reflejo de su creencia de que sus trabajadores deben adquirir –de forma previa y a cuenta de la empresa- la formación adecuada que haga de ellos operarios especializados una vez formen parte de sus fábricas. A su vez, los Estatutos de personal muestran cómo el empresario se adelanta a la legislación laboral del momento con medidas como la creación de Cajas de Socorro, la retribución de parte del jornal un mes antes y un mes después del parto sin que las mujeres tuvieran que acudir a las fábricas o la inversión de parte de los beneficios para la constitución de pensiones de retiro en el Instituto Nacional de Previsión, iniciativas con las que no sólo mejora las condiciones de vida de sus trabajadores, sino con las que, además, crea un vínculo entre éstos y la empresa durante toda su vida laboral.

Ejemplar de prueba del diario El Sol. 1917. ARCM, signatura 906890/1.

Trabajador incansable, crea con parte de los beneficios obtenidos con La Papelera Española el periódico El Sol, al que dota de las más modernas rotativas y maquinarias de composición del momento. La primera prueba gratuita que se hace de este rotativo en noviembre de 1917, entregado únicamente a amigos y colaboradores, es una auténtica declaración de intenciones que muestra cómo el nuevo diario, dirigido a intelectuales y burguesía más progresista, intenta crear una corriente de opinión con la que impulsar la renovación y modernización política y económica del país.

Para ello, cuenta con la colaboración de personajes de la talla de Ortega y Gasset, Ramiro de Maeztu, Fernando de los Ríos o Mariano de Cavia, entre muchos otros; publica viñetas de Luis Bagaría; no incluye crónicas taurinas; ofrece información escueta sobre sucesos y ecos de sociedad; se preocupa por el desarrollo de las provincias; y proporciona más información de lo que era habitual en esa época sobre lo que ocurría en el extranjero, como reflejan muchas de las noticias que se publican en ese primer número sobre el desarrollo de la I Guerra Mundial, en esa fecha en un momento álgido, en la que Urgoiti siempre se muestra del lado de las potencias aliadas, apoyo por el que, una vez terminado el conflicto, recibe importantes reconocimientos en Reino Unido y Francia.

La fundación de la Editorial CALPE (Compañía Anónima de Librería y Publicaciones Españolas), también vinculada a La Papelera Española, le permite diversificar aún más su actividad empresarial relacionada con el papel, poniendo en marcha diversos proyectos que van desde la creación de la Casa del Libro en la Gran Vía de Madrid -donde, de nuevo, su moderna visión la convierte en la primera librería con grandes espacios abiertos en los que el público puede acceder directamente a las obras- a la propuesta para instalar quioscos-bibliotecas en las estaciones de METRO de Madrid.

Propuesta para vender artículos de papel en el METRO. 1919. ARCM, 462115/5.

Este último es, sin duda, un proyecto peculiar y desconocido para el usuario del METRO de 1919, en el que CALPE podría instalar en cada una de las ocho estaciones inauguradas en ese momento un armario biblioteca y sus complementos para vender libros, impresos, diarios, revistas y publicaciones en general sin distinción de matices políticos, además de postales, libretas, cuadernos o blocs, artículos todos ellos que serían transportados de forma gratuita en los vagones de METRO siempre que ello no causara perjuicio al público o a la compañía.

No obstante, el mayor éxito editorial de CALPE tras su fusión en 1926 con la Editorial Espasa es la participación a partir de ese momento en la publicación de la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, más conocida como Enciclopedia Espasa.

Publicidad de la Enciclopedia Espasa. Años 20-30 del siglo XX. ARCM, signatura 462117/45.

Los folletos publicitarios que se conservan son un testimonio de primera mano para conocer las técnicas de venta empleadas en el primer tercio del siglo XX en las que el objetivo prioritario es llegar de la forma más rápida y directa posible al comprador, utilizando para ello cualquier recurso posible, ya sean acrósticos, frases en inglés como “Time is money” o un lenguaje sobrecargado y grandilocuente -extraño al momento actual, pero propio de la época- con el que se ensalzan las virtudes de la extensa obra mediante frases como “Su ilustración es una maravilla; su texto un portento de ciencia y erudición; su conjunto, el monumento bibliográfico más grandioso que se conoce; es la obra culminante de nuestro siglo; la imprenta jamás ha dado a luz otra obra de tal magnitud, tanto mérito y utilidad”.

Instalaciones de los laboratorios IBYS. 1959. ARCM, signatura 166_117562_9.

La inquietud empresarial de Urgoiti queda patente en la pluralidad de proyectos que emprende a lo largo de su vida, pues, a los ya citados, deben añadirse otros de la talla de Prensa Gráfica, Agencia Febus, Crisol, Perot Fábrica de Telas Metálicas, Sindicato Promotor Urgoiti, S.A., Forestal Alkartaguia o Instituto de Biología y Sueroterapia (IBYS), dedicado a la fabricación de medicamentos, sueros y vacunas.

Menús de viajes de Urgoti. 1900-1930. ARCM, signatura 462042/20.

Mapa de viajes de Urgoti. 1900-1930. ARCM, signatura 462045/2.

Esta intensa actividad empresarial le obliga a recorrer gran parte de Europa y América -viajes de los que conserva recuerdos en forma de mapas, menús o relaciones de pasajeros de barco- y le permite conocer y frecuentar a la elite política e intelectual del momento, especialmente a los integrantes de la llamada Generación del 14, con quienes, a través de una interesante correspondencia comparte y debate su visión de futuro para el país. A pesar de que compagina esta infatigable dedicación a sus proyectos con su familia y con momentos de ocio, excursiones y descanso, su salud se resiente hasta el punto de pasar parte de los años 30 en una clínica suiza.

Esta recopilación documental es tan solo una sucinta muestra de lo que es posible encontrar en el fondo que conserva el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, en el que conviven documentos que reflejan el funcionamiento interno de cada empresa o proyecto con aclaraciones, opiniones, preocupaciones o propuestas realizadas sobre ellas por el propio Urgoiti, muchas veces de forma manuscrita, y en los que se entremezclan las relaciones entre personas, familias, empresas e instituciones. Todo ello, lejos de ser una amalgama caótica, permite, por el contrario, realizar la semblanza de un personaje muy desconocido para el público general, pero cuyas actividades y filosofía empresarial fueron imprescindibles para el devenir de la economía en general y de la industria papelera en particular.

DATOS DE LOS DOCUMENTOS

Fondo Nicolás Mª de Urgoiti Achúcarro, Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, signaturas 462042/20, 462045/2, 462078/2, 462115/5, 462117/45, 906890/1 y 116173/1.
Fondo Nicolás Muller, Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, signatura 166_117562_9.

Imagen de cabecera: Nicolás Mª de Urgoiti y Achúcarro fotografiado por Alfonso en su despacho. [1920]. ARCM, signatura 116173/1

Mª Nieves Sobrino García

Mª Nieves Sobrino García

Directora del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid

Licenciada en Historia y Magister Universitario en Archivística por la Universidad Complutense de Madrid, accedió al Cuerpo de Facultativos de Archivos de la Comunidad de Madrid en 1995, administración en la que ha ocupado diversos cargos durante 25 años de trayectoria que le han dado una amplia experiencia profesional en el campo de la archivística.

Share This