La Universidad Complutense de Madrid es una institución con una larga trayectoria y esto se ve reflejado en los documentos que se custodian en su Archivo. Entrevistamos a su directora, Isabel Palomera Parra, que nos hablará sobre su vida profesional, proyectos y exposiciones en los que ha participado el Archivo y sobre los cambios e incertidumbres de la profesión.

(Archivoz)¿Cómo te empiezas a interesar por los archivos?

(Isabel Palomera) Me licencié en Geografía e Historia, en la especialidad de Historia Medieval donde las fuentes documentales y los archivos ocupaban un espacio importante. Por lo que hice las primeras visitas al Archivo Histórico Nacional a la sección de Clero, me interesaba la documentación medieval de monasterios y conventos suprimidos. Posteriormente, realicé un Curso de Documentación–un título propio- que se impartía en la Facultad de Ciencias de la Información. A partir de ahí, inicié mi vida laboral a través de un primer contrato en el Archivo Central del Ministerio de Cultura para describir los expedientes de restauración de monumentos, luego se sumaron otros dos contratos más, el último en el Archivo General de la Administración, en el área de Cultura, para organizar y describir documentación de la Sección Femenina. 

A partir de ahí, me di cuenta que mi interés profesional se orientaba al mundo de la Archivística. Realicé varios cursos, el más destacado un Curso de Archivos impartido en la Biblioteca Nacional. Después vinieron las oposiciones de Técnicos de Archivo y mi primer destino fue la Subdirección General de Archivos en el Ministerio de Cultura, donde el trabajo se centró fundamentalmente en la gestión. En esa etapa, siendo subdirectora Margarita Vázquez de Parga, se impulsaron los estudios de valoración y selección de documentos, coordinando los trabajos de los diversos grupos y las Jornadas celebradas en 1989. Más tarde, a través de un concurso, me traslado al Archivo Histórico Nacional, a la sección de Fondos Contemporáneos, donde trabajo con la documentación de la Delegación de Hacienda, Tribunal Supremo, Causa General, fichas policiales… y en la coordinación de un proyecto de organización y descripción del fondo documental de la Casa de la Moneda. A través de un nuevo concurso, llegué a la Dirección General de Catastro para ocuparme de organizar las transferencias de la documentación histórica del Catastro de Rústica y Urbana que se encontraba en los archivos de las Gerencias territoriales de Catastro de toda España, de esa época recuerdo gratamente la organización de una gran exposición sobre el Catastro de Ensenada en el Ministerio de Hacienda.

 

Considero que es una experiencia muy enriquecedora trabajar en los archivos desde diversos ámbitos y no sólo con el tratamiento de la documentación, abordando la gestión, la planificación, los recursos, … también me parece importante resaltar que adquieres una visión más amplia cuando desempeñas tu trabajo en diversos niveles de la Administración. Desde la Dirección General del Catastro di el salto al Archivo de la Universidad Complutense, al cual me incorporo en enero de 2003 como subdirectora. Junto con el entonces director Carlos Flores, iniciamos la puesta en marcha del Sistema Archivístico de la UCM. Durante un siglo el Archivo había estado invisibilizado y dependiente de la Biblioteca, sin presupuesto ni personal ni recursos propios. A partir del año 1999, se le reconoce su autonomía orgánica, desvinculándose de la Biblioteca y adscribiéndose a la Secretaría General. Hasta llegar al momento actual el proceso ha sido largo y no exento de dificultades. En primer lugar, era necesario situar al Archivo en una posición estratégica, lograr que la institución reconociese y valorase la singularidad de su patrimonio documental; que el Archivo fuese un servicio transversal cuya competencia en primer lugar es servir a la UCM y apoyar la gestión de los servicios administrativos; lograr la dotación de recursos personales con una plantilla profesional suficiente; contar con recursos materiales, equipamiento; desarrollar la normativa; sistematizar la gestión documental; abordar el cambio de paradigma que supone la Administración Electrónica; conseguir espacios adecuados para las áreas de trabajo y, fundamentalmente, para el depósito…

Se puede decir que en este momento el sistema archivístico de la UCM está consolidado. A finales del pasado año el Consejo de Gobierno aprobó el nuevo Reglamento del Archivo para su adaptación al contexto electrónico y la Política de Gestión Documental.

Todo lo anterior se complementa con un aspecto que considero imprescindible: la difusión. El Archivo debe conocerse más allá del ámbito complutense, en esta línea se han realizado diversas actuaciones, la participación en algunas ediciones de la Semana de la Ciencia con visitas guiadas. Igualmente, se realizan visitas que forman parte de las prácticas académicas, resultado de la colaboración con los centros docentes fundamentalmente con las Facultades de Geografía e Historia y Documentación, a través de las prácticas curriculares de Grado y Máster. La colaboración del Archivo con la docencia es una constante, un ejemplo muy ilustrativo es que este año es el segundo en el que estamos presentes en la Feria de Másteres que organiza la Facultad de Geografía e Historia. En el ámbito de la formación, el Archivo ofrece becas de formación práctica, es muy gratificante decir que algunas y algunos de los que han sido becarias y becarios del Archivo son a día de hoy archiveras y archiveros que ejercen en diferentes administraciones. También hemos apostado por “abrir el Archivo” a través de exposiciones virtuales en la web del Archivo. Igualmente, hemos participado con el préstamo de documentos en numerosas exposiciones organizadas por otras entidades. 

(Archivoz)Cuáles son las exposiciones más interesantes que habéis llevado a cabo.

(I.P) Recuerdo especialmente la que se llevó a cabo en 2008 para conmemorar el 75 aniversario de la Facultad de Filosofía y Letras en la Ciudad Universitaria. Se organizaron muchas actividades en torno a este evento y desde el principio hubo una intensa colaboración del Archivo con el comisario de la exposición, Santiago López Ríos Moreno. En las Jornadas que se celebraron en el Paraninfo de Filosofía, presenté una comunicación sobre las fuentes documentales existentes en el Archivo sobre la Facultad de Filosofía y Letras durante el periodo de la Segunda República. La implicación de profesoras y profesores de otros centros docentes, que participaron con artículos para el Catálogo, supuso un mayor conocimiento del Archivo y sus documentos entre la comunidad universitaria.

Durante este año hemos colaborado en dos exposiciones. Destacar la organizada sobre Clara Campoamor en la Biblioteca Nacional, que contó con varios documentos del Archivo Complutense, entre los que destaca el Scrabook de Elisa Soriano Fischer, se trata de una pieza única de una feminista del primer tercio de los años 30.

Otro de los hitos tuvo lugar el año pasado con una exposición itinerante organizada por el Archivo, con el apoyo de la Secretaría General, al cumplirse el bicentenario del Reglamento de 1822, con un nuevo modelo de universidad siguiendo los postulados liberales y daba carta de naturaleza a la Universidad Central. No llegó a entrar en vigor tras la vuelta al absolutismo de Fernando VII. De esta forma, la comunidad universitaria pudo conocer una parte de la historia universitaria a través de los documentos.

(Archivoz) ¿Tenéis pensada alguna exposición próxima?

(I.P) En la Biblioteca Histórica se encuentra en la actualidad una exposición titulada María Goyri en la Universidad, los documentos que presta el Archivo corresponden a sus expedientes académicos en la Escuela Normal de Maestras y en la Escuela de Institutrices. María Goyri es una de esas mujeres de finales del XIX y principios del XX que rompen con los roles tradicionales y ansían llegar a la enseñanza superior, que fueron docentes, investigadoras, creadoras… y que han quedado en segundo plano ensombrecidas por las figuras masculinas y por la mentalidad de una época. 

Las exposiciones son importantes ya que permiten visualizar las fuentes que conserva el Archivo que responden a lo excepcional que ha sido esta Universidad a lo largo de la Historia, su importancia como modelo de establecimiento de la enseñanza superior y laboratorio de ideas, donde se experimentaron los planes de estudios que luego serían implantados en el resto de las universidades. Durante muchos años era la única con prerrogativa para conceder el grado de doctor. Era considerada como destino final, destino de excelencia porque tenía una reputación y calidad por encima del resto. Esto se ve reflejado en sus documentos que son el testimonio de la actividad y de la historia de la institución. Su posición central y su continua interacción con el poder político, también se refleja en la documentación que nos habla de la relevancia de los personajes que por ella transitaron. 

Se habla repetidamente sobre la transferencia de conocimiento, pues las fuentes primarias de los archivos son conocimiento, pero también las archiveras y archiveros generamos y gestionamos conocimiento a través de los instrumentos que elaboramos para hacer accesibles los documentos.

Como ya he comentado, aprovechamos las conmemoraciones, aniversarios, eventos…para hacer exposiciones virtuales relacionadas. Por ejemplo, al cumplirse el centenario en 2020 de la ceremonia de investidura de doctores Honoris Causa, elaboramos una exposición virtual destacando al primer honoris causa que fue investido, el médico Avelino Gutiérrez. Ha sido una institución pionera en estos actos y de esta forma se atrae el interés de los usurarios hacia la Memoria institucional, los fondos y el patrimonio documental complutense. Las exposiciones virtuales en el Portal Memoria del Archivo son accesibles de manera permanente.

(Archivoz)¿Qué me puedes decir sobre el seminario de fuentes orales que se guarda en el Archivo?

(I.P) Estuvo vinculado al Departamento de Historia Contemporánea. Las fuentes orales han sido objeto de controversia sobre su consideración como fuente histórica. La profesora de Historia Contemporánea María del Carmen García Nieto, pensaba que era importante dar voz a las voces silenciadas porque en esos silencios también había muchas historias de vida de los protagonistas de la Historia. Comenzó en 1981, con proyectos centrados en Guerra Civil, mujeres, barrios, represión…a través de entrevistas a los que vivieron dichas experiencias. El proyecto fue compartido con la Subdirección de Archivos Estatales del Ministerio de Cultura. Es de gran interés para la investigación sobre la memoria colectiva. En este sentido, fue determinante la obra de Ronald Fraser “Recuérdalo tú y recuérdaselo a otros” con los testimonios de aquellos que habían participado en la Guerra Civil y que venían a complementar la historia oficial o lo que los historiadores habían podido interpretar.

 (Archivoz)Háblanos sobre el fondo del club de música de San Juan Evangelista

(I.P) Me gustaría señalar que haber integrado todos estos fondos en los últimos años dice mucho del cambio de paradigma en la percepción del Archivo. Principalmente, señalar que durante estos años el trabajo realizado por el Archivo ha generado confianza en la comunidad universitaria, se contempla como un servicio que va a tratar y conservar adecuadamente los documentos y hacerlos accesibles. A lo largo de estos años el Archivo ha llevado a cabo sesiones informativas y formativas dirigidas a los servicios administrativos y los centros docentes, que han servido para conocer más y mejor el Archivo por parte de la comunidad universitaria. 

En el caso del Colegio Mayor San Juan Evangelista “el Johnny”, su relevancia va más allá de ser un simple colegio mayor.  Fue un referente, una excepción en el panorama universitario durante la dictadura con actividades culturales de teatro y actuaciones musicales que transgredieron la censura impuesta. Desafortunadamente cuando el colegio se cerró la entidad bancaria a la que pertenecía decidió la eliminación de la documentación. Sin embargo, el Club de Música conservó la documentación y la depositó en el Archivo. Se trata de un total de 50 cajas con fechas que van desde 1961 a 2011 y que contienen los curriculum de los artistas, contratos, fichas de socios, memorias, carteles, fotografías…que permiten ver la primera actuación de artistas de la talla de Camarón o unas jornadas de jazz para denunciar el apartheid de Sudáfrica. Su relevancia va más allá, se transgredía lo impuesto, era aire fresco en el panorama universitario. Una de las exposiciones virtuales está dedicada al Club de Música. 

Por último me gustaría comentar la exposición virtual sobre el Laboratorio de Fisiología elaborada con motivo de la rehabilitación del Quirófano de Negrín, cuyo traslado a la Facultad de Medicina desde el Pabellón Trasatlántico en la Residencia de Estudiantes se decidió por el propio Negrín, en esa época como secretario de la Junta Constructora. Es reseñable que con tal motivo el Departamento de Fisiología transfirió al Archivo facturas del equipamiento de material científico del Laboratorio de los años 1934-36.

 

(Archivoz)¿Cuáles son para ti los cambios más importantes que ha experimentado la profesión?

(I.P) El nuevo contexto digital, la administración electrónica y los documentos electrónicos han situado a los archiveros en primera línea. La visión sobre los archivos se limitaba a la de ser custodios de la documentación, se pensaba en el archivo como un contenedor de expedientes y documentos que no eran necesarios en la gestión y que sólo interesaban a los investigadores. Sin embargo, la gestión documental del documento y expediente electrónico exige que el archivo esté desde el principio en el diseño documental y en la configuración de los procedimientos. Una parte importante del trabajo realizado por los archiveros y como parte de su bagaje profesional ha sido el conocimiento de las instituciones, sus competencias y funciones y el trámite administrativo. para entender y describir los documentos. En la actualidad nos enfrentamos a asumir el reto de que los procedimientos electrónicos deben configurarse desde el principio al igual que los metadatos, para interoperar e intercambiar información, transferir, acceder y preservar con garantías de autenticidad, fiabilidad e integridad. Estar desde el inicio del diseño junto con los gestores e informáticos ha supuesto un cambio de visión y actuación enorme. 

Resaltaría también la incorporación de las TICs y el acceso e intercambio de información. Ha permitido que los archivos permanezcan “abiertos” las 24 h. y que los usuarios accedan desde el lugar más remoto a los documentos y la información a través de cualquier dispositivo.  por parte de la comunidad científica…Ha aparecido un nuevo concepto “el archivo sin muros” cambiando el modelo de una necesaria presencialidad optimizando la atención a los usuarios y haciendo posible que la comunidad científica pueda compartir información.

PARES es un magnífico ejemplo de portal de archivos, en este caso de los archivos estatales, una red que hace posible acceder a la documentación, autoridades, productores…, y establece vínculos con otros archivos a los que remite. 

Igualmente, completando lo ya señalado, otro gran revulsivo ha sido la digitalización y el acceso a los documentos por cualquier usuario virtual en cualquier momento. Al mismo tiempo que contribuye a la preservación de los documentos originales. En este punto me gustaría comentar digitalizar no es fotocopiar, aunque parezca obvio creo necesario decir que digitalizar requiere de unos condicionantes previos: equipamiento tecnológico adecuado, tratamiento de la documentación, recursos humanos y económicos que garanticen la resolución de las imágenes, su almacenamiento y protección, formatos estándares, así como el control de acceso a lo digitalizado. No nos olvidemos que las TICs son herramientas que exigen un trabajo previo por parte del archivero. Además, digitalizar exige un proyecto previo en el que determinar el ¿qué? y ¿para qué? 

(Archivoz)Por último, ¿qué les dirías a los archiveros del futuro?

(I.P) Para mí el ser archivera ha sido más que una profesión una vocación casi adictiva, me ha aportado grandes satisfacciones y, entre otras cosas, un constante aprendizaje. No sé cuál será el futuro para la profesión, pero estoy convencida de que seguirán siendo necesarios profesionales que intermedien entre el documento, con independencia del soporte, con las instituciones y los usuarios. Vivimos en un mundo global con acceso a un flujo inmenso de información en muchos casos no contrastada que crea confusión y pone en riesgo la verdad. La información no es documento, la información son datos que pueden ser extrapolados y manipulados, lo vemos diariamente. Los documentos son datos y contexto. Un documento no es solamente el contenido sino también el continente, el contexto: quién, cuándo, para qué, firmas, sellos… caracteres de veracidad. Esa es la gran diferencia. Animo a las nuevas generaciones a asumir el reto para asegurar un futuro que se vislumbra lleno de incertidumbres. Las nuevas tecnologías ofrecen grandes ventajas, pero también permiten falsear las evidencias. Tenemos como responsabilidad reivindicar la necesidad de que la sociedad tenga certezas, para lo que es imprescindible la continuidad de la profesión y el relevo generacional. No quiero finalizar sin mencionar la necesidad de trabajar en equipo, en el Archivo por supuesto, pero fuera también. La colaboración en proyectos y objetivos comunes es, en la actualidad, imprescindible.

Archivo Facultad de Derecho UCM

Entrevistada

Isabel Palomera Parra

Isabel Palomera Parra

Directora del Archivo General de la Universidad Complutense de Madrid

Directora del Archivo General de la Universidad Complutense de Madrid. Licenciada en Geografía e Historia con especialidad en Historia Medieval.

Entrevistadora

Andrea Montaña García

Andrea Montaña García

Editora de contenidos

Historia del Arte, Universidad Complutense de Madrid

Andrea ha estudiado Periodismo e Ilustración. Le apasiona el arte y en la actualidad se dedica a la ilustración y es estudiante de Historia del arte.

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