Concha López es Licenciada en periodismo y Máster ejecutivo en Community management y dirección de redes sociales en la empresa. Ejerce de periodista desde más de 20 años en el departamento de nacional de Servimedia, estando especializada en actualidad política. Sus otras pasiones, los animales y su activismo por la abolición de toda forma de opresión, sea sobre humanos o sobre cualquier otro animal, la desarrolla colaborando en El caballo de Nietzsche, un espacio reservado en eldiario.es para la defensa de los animales no humanos.
(Archivoz) Hola Concha, muchas gracias por hacer un hueco para Archivoz. Como sabes, somos una revista especializada en gestión de información, gestión documental y archivos. Nuestra intención con esta entrevista no es hablar sobre las prácticas archivísticas ni sobre la gestión de información sino hacernos eco de la falta de transparencia y de información que sigue existiendo sobre determinados temas y averiguar hasta qué punto es difícil para alguien que trabaja en la defensa de los derechos de los animales el acceso a la documentación y a la información para vuestros reportajes. Desde Archivoz, creemos que es indispensable no solo concienciar a los lectores en el respecto a los animales no humanos sino también a los profesionales que trabajamos, custodiamos y facilitamos información para la investigación.
Estamos viendo cómo cada día hay más gente concienciada a favor de los derechos de los animales, apoyando la abolición de los festejos taurinos y otro tipo de tortura animal. ¿Cómo crees que ha variado en estos últimos años el interés de los lectores en derecho animal? ¿Crees que ahora están las personas más sensibilizadas?
(Concha López) Creo que hay más sensibilidad, pero no tengo claro que en proporción al crecimiento de la población humana esa sensibilidad vaya en aumento. En España se ve cada vez más oposición a las corridas de toros, por ejemplo, y a festejos especialmente crueles que se convirtieron en símbolo de la barbarie, como el Toro de la Vega, pero el rechazo es mucho menor cuando hablamos de otros festejos, y ya no digamos si hablamos de animales que normalmente son vistos solo como carne, leche, huevos…
(Archivoz) ¿Crees que es difícil contar con los medios para publicar este tipo de temas?
(CL) En general suele ser muy difícil. Las informaciones sobre animales en medios generalistas siguen ocupando espacios mínimos y casi siempre están orientadas como anécdotas, curiosidades. La mayoría de las veces en las que los animales protagonizan una información en un medio de comunicación generalista es porque se habla de ellos como mercancía, como bienes materiales (noticias sobre ganadería, sobre pesca, sobre diversas formas de explotación) en las que no se habla de ellos como seres sintientes sino como cifras, recursos. Se van abriendo paso otro tipo de informaciones pero de forma muy lenta. En este aspecto, como en otros muchos, se perciben los avances pero queda mucho por hacer.
(Archivoz) ¿Cómo nació vuestro proyecto El Caballo de Nietzche dentro de eldiario.es? ¿Existen iniciativas parecidas en otros medios?
(CL) Ruth Toledano, activista desde hace muchos años, ya colaboraba con eldiario.es con una columna de opinión y tenía en mente el objetivo de dedicar un espacio estable a la defensa de los derechos de todos los animales. Con esa idea propuso al director, Ignacio Escolar, publicar un blog similar a los que ya había sobre otras temáticas, y la respuesta fue afirmativa. De forma casi inmediata nos pusimos a trabajar, con un grupo de colaboradores que ha crecido de forma asombrosa. Ahora son decenas las personas que colaboran con El caballo de Nietzsche escribiendo, cediendo textos e imágenes, proponiéndonos temas, enviándonos propuestas. Es una forma de activismo que consideramos fundamental, pues la información sobre la realidad de los animales es esencial para tomar conciencia sobre ella y actuar en consecuencia. Creemos sinceramente que El caballo de Nietzsche ha contribuido de forma decisiva a abrir camino para que otros medios se hagan también eco de realidades que siempre han sido ignoradas, silenciadas. Hemos publicado sobre todos los ámbitos que afectan a los animales y hemos incorporado muchas firmas que son expertas en sus disciplinas. Es un logro poder publicar en un medio generalista sobre la conexión entre la violencia que se ejerce contra los animales y las demás formas de violencia, sobre las distintas víctimas de la opresión y la necesidad de luchar conjuntamente contra todas esas opresiones… Combatir el antropocentrismo y el especismo desde un medio de comunicación es algo que realmente consideramos muy relevante.
(Archivoz) Hace pocos días, publicasteis una información sobre los perros con los que practican los futuros veterinarios. En este reportaje, señalabais la falta de colaboración y de transparencia por parte de la UCM. ¿Cómo conseguís la información en este tipo de investigaciones?
(CL) Normalmente, son las personas que tienen acceso a esas situaciones o simplemente conocimiento de ellas las que nos envían la información, y después es labor nuestra recabar todos los datos, confirmarlos y definir qué y cómo se puede publicar. A veces son esas personas las que escriben, generalmente cuando se trata de una experiencia personal o se trata de alguien concreto que dispone de la información, y otras somos nosotras o alguna otra persona colaboradora la que se encarga de hacer el reportaje cuando es necesario hablar con varias fuentes y hacer una labor de investigación. Hemos publicado varios artículos y reportajes que han sido fruto de la investigación, en algunos casos de personas infiltradas en ámbitos que no suelen ser accesibles al conjunto de la sociedad, como granjas, mataderos… Nos hemos hecho eco de investigaciones que rara vez tienen hueco en otros medios.
(Archivoz) ¿A qué fuente soléis recurrir para investigar este tipo de temas? ¿Publica el gobierno a través de algún ministerio estadísticas de utilidad para vosotros?
(CL) Las fuentes son muy diversas en función del asunto y del momento en el que se aborde. Siempre consultamos todas las que tenemos a nuestro alcance, aunque unas son más útiles que otras, dependiendo del caso. Las administraciones públicas suelen publicar estadísticas y demás datos oficiales que suelen ser relevantes en algunos casos, pero muchas veces se limitan a ese “uso” de animales, y apenas hay información sobre maltrato, denuncias, abandono… la información más actualizada y más importante para nosotras la tienen otras asociaciones y es necesario buscar y contrastar. La ayuda de expertos en los diferentes ámbitos es crucial para poder localizar y cribar la información que necesitamos.
(Archivoz) ¿Qué dificultades soléis tener los investigadores y los periodistas que estudiáis este tipo de temas? Imagino que es necesario recurrir siempre a fuente no oficiales, ¿Verdad?
(CL) Sí, la mayor parte de las veces las fuentes son no oficiales, aunque los datos oficiales puedan ser la base sobre la que empezamos a tirar del hilo. La confianza en las fuentes, la credibilidad que proporcionan con los datos que aportan es fundamental para determinar lo que publicamos y cómo lo hacemos. Muchas veces son personas anónimas o pequeñas asociaciones las que viven una experiencia o tienen conocimiento de una situación que tiene relevancia para nosotras y ahí siempre hay un trabajo para recabar datos, imágenes y demás.
(Archivoz) ¿La falta de estadísticas en este tipo de cuestiones es otro ejemplo de falta de transparencia?
(CL) En todo lo relacionado con los animales hay una falta de transparencia realmente pasmosa. Los animales solo importan como recursos, como bienes materiales. Se investiga cómo explotarlos de manera más eficaz y eficiente, sobre cómo tapar esa realidad a la sociedad, sobre cómo anestesiar nuestra conciencia con publicidad para que sigamos consumiento “vacas felices” o “cerdos contentos”, pero no sabemos cuántos animales son dejados morir en las granjas, cuántos mueren en los transportes antes de llegar al matadero, cuántos animales viven enjaulados en animalarios o en laboratorios. Ni siquiera sabemos cuántos animales de familia son maltratados o abandonados más allá de estimaciones de las propias protectoras, y sigue resultando enormemente complicado investigar casos de maltrato evidente. Algunos ayuntamientos están dispuestos a utilizar pruebas de ADN para multar a los humanos que no recogen las cacas de los perros a los que pasean pero no para investigar quién los abandona o los asesina.
(Archivoz) Con respecto a la protección de los animales en España, ¿crees que la sociedad está más sensibilizada? ¿Responden los medios a ese interés?
(CL) Creo que cada vez hay más personas sensibilizadas, pero cada vez somos más humanos y a veces tengo dudas de que la proporción esté evolucionando de forma positiva. El optimismo es indudable en el caso de las corridas de toros, pero en otros muchos ámbitos el panorama a veces es descorazonador. Por cada noticia positiva hay cinco desalentadoras, y aún así tenemos claro que tenemos que seguir provocando esas noticias positivas. Los medios van respondiendo a ese interés, se va hablando cada vez más de los animales como seres sintientes, como víctimas de mil maneras diferentes de explotación más allá de anécdotas, pero sigue siendo muy difícil hacerlos visibles. Y sobre todo, sigue siendo muy complicado enviar el mensaje de que sus vidas también importan y de que es urgente cambiar la óptica con la que los vemos y nos relacionamos con ellos. Los animalistas seguimos siendo para la mayoría, incluidos los medios de comunicación, personas excesivamente sentimentales que nos dejamos llevar por nuestro “amor” a los animales. Pero la realidad es que somos un movimiento político que lucha contra la raíz de la opresión defendiendo a quienes ocupan el escalafón más bajo de la explotación. Hablamos de respeto, no de amor, y nuestra ideología es la empatía hacie quien tiene capacidad de sufrir, sea de la especie que sea.