Tuvimos la fortuna de hablar con una persona con una gran trayectoria a nivel profesional y que, como todos nosotros, tiene un gran amor por los archivos y lo veremos en las siguientes líneas. Anna Szlejcher, es una gran archivera de Argentina que ha dedicado muchos años a la investigación y la formación de nuevas generaciones de Archiveros. Nos brindó la oportunidad de hablar sobre la investigación y su importancia para los archivistas, las deudas epistemológicas de la archivística y algunas refleixiones sobre la formación actual de archiveros en América Latina y el rol que debemos asumir frente a los retos tecnológicos. Una entrevista, sin duda, muy nutrida y que nos permite reflexionar sobre diversos temas que, al final de cuentas, nos deben preocupar y llevar a acciones concretas.

(Archivoz) Anna, cuéntanos por favor cómo llegaste al mundo de los archivos y qué es lo que más te ha enamorado de esta profesión?

(Anna Szlejcher): Mi aproximación al mundo de los archivos fue fortuito. Al egresar como Maestra Normal Nacional en la ciudad de Córdoba, Argentina, en diciembre de 1964 decidí ser independiente económicamente y entré a trabajar en el Archivo de Historias Clínicas del Hospital Privado. En febrero del año siguiente, el director del Hospital me sugirió que me inscribiera en la Escuela de Archivología(en ese momento denominada Escuela de Archiveros) donde tuve una entrevista con la profesora Lic. María Elsa Fajardo. Esta fue la persona que despertó mi amor por los archivos y la docencia. Ya recibida de Archivera, en 1967 el Director de la Escuela de Archivología, Aurelio Tanodi, me ofreció el cargo de Secretaria de la misma y tres años después inicié la carrera docente con el dictado de dos asignaturas: Gestión de Documentosy Archivos Administrativos e Históricos, tarea que desempeñé por 46 años y que simultáneamente como Profesora del Centro Interamericano de Desarrollo de Archivos que funcionaba con auspicios de la Organización de los Estados Americanos. Cada uno de esos años fueron afirmando mi interés por preservar la memoria de los países a través del cuidado y conservación de su patrimonio documental.

(Archivoz) ¿Cuál es principal reto actual de la investigación en Archivística?

(A.S): Es necesario investigar los nuevos problemas que se presentan en el campo de la Archivísticadado el cambiante contexto político, económico, tecnológico, ideológico, social y a las relaciones que mantiene con otros campos del conocimiento.

Además considero, con muchos colegas, que la Archivística tiene una deuda epistemológicapara fundamentar su propia identidad y consolidar su cuerpo teórico y, también insistir en la necesidad de lograr de las autoridades políticas un mayor interés por la preservación de la gestión y conservación del patrimonio documental.

Asimismo, con el desarrollo de la investigación se está contribuyendo a su consolidación como disciplina científica y al mismo tiempo, se tendrá la posibilidad de orientar la actividad práctica de los profesionales, su formación, lo que en última instancia permitirá ofrecer un mejor servicio a la sociedad, donde las necesidades de información crecenno sólo en número sino en importancia para el desarrollo de las sociedades actuales.

(Archivoz) ¿Cómo crees que será el futuro de la investigación en Archivística; crees que hay un buen relevo generacional?

(A.S): Considero que cada día se logran más y mejores investigaciones en el campo específico de la Archivística. Por ejemplo, en Brasil, con 16 centros de formación archivística y la política de favorecer el posgrado del elenco docente, como así también la existencia de una maestría específica en el campo profesional de la Archivística y de muchas otras relacionadas estrechamente con nuestra área de conocimiento. Como así también la publicación de revistas científicas vinculadas al tema.

En la Argentina se avanza de manera más lenta a causa del reducido número de centros de especialización y de la falta de formación de posgrado. Nuestros profesionales deben profundizar su saber en tareas de investigación y participar en eventos archivísticos de manera activa, con la presentación de ponencias y los resultados de sus trabajos.

Una publicación específica en nuestra ciudad, que es digna de mencionar, es el Anuario Escuela de Archivologíaeditado por la Escuela de Archivologíade la Universidad Nacional de Córdoba; que además de su sección de Artículos escritos por investigadores formados, favorece en sus otras secciones el recambio generacional dando participación a los jóvenes profesionales.

(Archivoz) ¿Qué crees que hace falta en la formación profesional para que exista una mayor inclinación por la investigación?

(A.S): Es necesario insistir que no basta ser meros transmisores de conocimientosobtenidos a través de la bibliografía y por lo mismo, se debe aprender a investigar. Por lo tanto, es misión de los centros de formación profesional el dictado de cursos que apunten en los sentidos mencionados.

Precisamente el primer escalón en el trabajo de investigación de los alumnos es la elaboración de su tesina de grado. Es claro que sin experiencias previas de investigación es muy engorroso resolver las dificultades que implica ese desafío.

(Archivoz) Cuéntanos por favor un poco sobre Argentina y los archivos, cómo crees que es el panorama de tu país y qué crees que hace falta?

(A.S): En nuestro país es todo un desafío enfrentar las implicancias de las tecnologías modernas en el propio rol del archivista, sus relaciones con la preservación de la memoria y, consecuentemente, con las demandas de los ciudadanos al acceso a la información.

Temas éstos que importa considerar dada la sistemática destrucción, alteración y abandono que el patrimonio histórico y cultural de Córdoba y de otros espacios han sufrido a través de los años, merced a una combinación de codicia, desidia e ignorancia.

En la Argentina, el problema básico lo constituye la carencia de una Ley de Archivosque establezca las normas generales para la organización, funcionamiento y administración del Sistema Nacional de Archivos.

Esta normativa archivística debería ser completada, a corto plazo, con la Reglamentación respectiva referida a la situación de los funcionarios, su preparación, acceso a los puestos y desempeño de los mismos, de manera que todas las operaciones que les competen (reunir, conservar, describir y administrar la documentación y su consulta), queden especificadas de forma concreta.

Una vez sancionada la ley nacional, las normas del Sistema serían por cierto sólo para todos los archivos nacionales; caso contrario se estaría violando el régimen federal establecido en la Constitución.  Esta cuestión se puede resolver por medio de convenios de adhesión de las provincias al Sistema Nacional de Archivos y, aún, con modificaciones de acuerdo a su propia realidad local.

Es pertinente señalar que el estímulo para aquellos logros proviene de algunas provincias argentinas que lograron, en los últimos treinta años, una moderna legislación, adelantándose así a la Nación.

Es indispensable proponer, en nuestro país, una agenda pública que permita analizar ese contexto y lograr, con la participación de todos, las formas más eficientes para encarar los desafíos que ofrece la gestión electrónica.  O sea, la formulación de una política pública que permita definir un rumbo de desarrollo para los archivos y la legislación indispensable para implementar una política nacional, la que debería insistir en temas como son la transparencia, el acceso a la información, la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción.

(Archivoz) Respecto a otros países de la región, cual es tu reflexión sobre los Archivos de América Latina?

(A.S): Si bien los países latinoamericanos han alcanzado un desarrollo desigual en muchos campos, siguen teniendo, quizás como ninguna otra región del mundo, muchos elementos y problemas en común y están enfrentados a los mismos desafíos y retos, a los que los Archivos no pueden escapar.

Los archivos latinoamericanos encaran, hoy más que nunca, grandes problemas, aparte de las tradicionales dificultades ocasionadas por presupuestos reducidos, inestabilidad política, etc. Asimismo, otras preocupaciones son los vertiginosos cambios tecnológicos que nos obligan a revisar programas y metas, a capacitarnos para poder entender este nuevo mundo si queremos que los archivos sirvan adecuadamente a una sociedad en plena era del conocimiento, sin olvidar nuestra misión de conservar para futuras generaciones la memoria colectiva, el patrimonio que resguardan los archivos bajo nuestra responsabilidad. Pero para proteger la riqueza documental custodiada en los mismos no es posible el esfuerzo aislado de un país, sino que será el resultado de la cooperación entre todos los países de Latinoamérica y del mundo.

En general en Latinoamérica la formación profesional y técnica del personal que se desempeña en los archivos y su capacitación y perfeccionamiento es muy insuficiente. La principal deficiencia se debe a la ausencia o escasez de centros de enseñanza archivística sistemática. En la actualidad los archivistas deben estar en constante aprendizaje de nuevas áreas del conocimiento. Asimismo, el número de profesionales archivistas es escaso.

(Archivoz) El Documento Digital es un reto para los archivistas y para la memoria de la humanidad, cómo crees tú que debemos asumir este reto los archivistas?

(A.S): La preservación, en esta era digital, se relaciona específicamente, en nuestro caso, con los documentos de archivo en sistemas electrónicos. Estos documentos digitales enfrentan el reto de superar los inconvenientes de la vulnerabilidad y obsolescencia de los soportes y de los programas informáticos y, también, de la pérdida de datos.

Al respecto, nos parece oportuno citar a Bruno Delmas quien, en el año 2007, destacó que en el curso de la historia de la humanidad los cambios de soporte de los documentos promovieron alteraciones en la sociedad y que la producción de los documentos en codificación binaria ocasionó una triple ruptura que están intrínsecamente conectadas: cambio de la escritura, de sus soportes y de la conservación de la escritura digital; cambio del uso social de la escritura; cambio de los Estados y de sus papeles.

Tenemos el enorme desafío de incorporarnos a la nueva cultura digital, que no es sólo una revolución tecnológica, sino la creación de un nuevo mundo.

Terry Cook expresó que los archivos como concepto, como práctica, como institución y como profesión pueden ser transformados para fortalecerse en nuestra era digital, especialmente donde los ciudadanos tienen una nueva acción y una nueva voz.

Finalmente, asistimos al reconocimiento, por parte de la ciudadanía en general, de la necesidad de abordar temas y problemas complejos y al fortalecimiento de las políticas públicas. La gestión documental y la administración de los archivos deben formar parte de la agenda pública del país.

La preservación del Patrimonio Digital es también materia de interés para la UNESCO. Reconociendo el peligro que acecha a los documentos digitales, este organismo ha redactado la Carta para la Preservación Digital (UNESCO, 2003). Algunos de los riesgos que aquí menciona son la rápida obsolescencia de aquéllos, la inseguridad en cuanto a los recursos, la responsabilidad y los métodos para su mantenimiento y conservación y, finalmente, la falta de legislación que ampare estos procesos.

Asimismo, entiende que el desarrollo tecnológico no puede impactar de manera negativa en la preservación del Patrimonio Documental Digital.

Por otra parte, el Consejo Internacional de Archivos elaboró, en 2005, el texto Documentos Electrónicos: Manual para Archiveros.

Un desafío permanente para los responsables de brindar información contenida en documentos de archivo es conservar accesible dicha documentación. En este marco, asegurar la preservación a largo plazo de los documentos digitales es una nueva competencia para los archiveros, quienes además de preocuparse cada vez más de la organización y del acceso a los documentos de archivo debe actuar en la gestión electrónica de los documentos para lograr documentos de archivo digitales auténticos, confiables y accesibles a lo largo del tiempo con el marco teórico de la Diplomática.

Personalmente propongo, como protagonistas de esta preservación, aparte del archivista, a instituciones patrimoniales, productores y usuarios de la información, los creadores de software y hardware, organizaciones y asociaciones profesionales internacionales y también a los gobernantes, que a través de sus tres poderes deberían elaborar, cumplir y actualizar una legislación de acuerdo con una Ley General de Archivos.

(Archivoz) Cerramos esta entrevista con la certeza de que no será la última y con el agradecimiento total a Anna por su tiempo y espacio para éste portal. Estamos seguros que esta entrevista será de gran agrado para todos nuestros lectores, así como lo ha sido para nosotros.

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