Una de las sagas de dibujos animados, tanto de niños como de los que ya no lo son tanto, es “Toy Story”. Dirigidas por John Lasseter y producidas por Pixar, estas películas nos adentran en un mundo en el que los juguetes cobran vida. Pero, y a pesar de la originalidad de su planteamiento, no es la primera película realizada bajo esta premisa. Por increíble que pueda parecer, existe un cortometraje de 1908 en el que un niño sueña que sus juguetes cobran vida… Y efectivamente lo hacen, gracias a primitivas técnicas de stop-motion o animación en volumen. Esta técnica es muy conocida gracias a películas como “Pesadilla antes de Navidad”, de Henry Selick, y consiste en manipular un objeto, fotograma a fotograma, de manera que la imagen animada tiene un movimiento fluido.

“Dreams of Toyland” fue dirigida por Arthur Melbourne Cooper. Al haberse rodado en exteriores, el movimiento de las sombras aparece algo extraño a los ojos del espectador. A pesar de todo, es notable que una película tan antigua haga uso de una técnica difícil de llevar a cabo con las posibilidades de la época; recordemos que el montaje debía hacerse de manera manual, fotograma a fotograma. No es la única película de este director con esta premisa; existe otra obra del año anterior, llamada “Dreamland Adventures”, en la que asistimos al viaje de dos niños al Polo Norte, donde sus juguetes crecen hasta tener tamaño humano.

Este cortometraje ha sido restaurado y digitalizado por la British Film Institute.

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